Terapias sin receta y complementarias

Los científicos han examinado la vitamina E, la vitamina C y los alimentos saludables para evaluar las propiedades oxidantes. La vitamina E puede combatir el daño cerebral causado por los radicales libres y se ha sugerido que disminuye el riesgo de la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, los investigadores llevaron a cabo un amplio ensayo clínico hace más de 10 años (el ensayo DATATOP) y no encontraron ninguna evidencia de que la vitamina E ralentice la progresión de la enfermedad de Parkinson o gestione los síntomas.

No obstante, un estudio reciente publicado en Neurology, reveló que aquellos con alto consumo de vitamina E y C podrían estar asociados a un menor riesgo de la EP. Aún se necesitan investigaciones adicionales para comprender mejor esta relación y quizás uno de los dos o su combinación sean buenos para algunas personas con la EP, aunque todavía no sabemos cómo identificar quiénes se beneficiarían de estos suplementos para ralentizar la progresión de la EP. La vitamina E tiene pocos efectos secundarios y muchas personas con la EP continúan tomándola en dosis altas de 400 UI o más. Especial cuidado deben tener las personas que toman anticoagulantes orales como la warfarina (medicamento para prevenir la formación de coágulos en la sangre), ya que altas dosis de vitamina E pueden aumentar los efectos de la warfarina.

Los investigadores también están examinando si los alimentos saludables, como la papaya fermentada y los arándanos, juegan un papel en la ralentización de la muerte de las células nerviosas. Los científicos se muestran optimistas acerca de la investigación, pero no tienen datos concluyentes en este momento para recomendar estos suplementos para tratar la EP.

La creatina, otro suplemento de interés científico, aumenta los niveles de fosfocreatina (una fuente de energía en el músculo y el cerebro). El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (National Institute of Neurological Disorders and Stroke o NINDS, por sus siglas en inglés) llevó a cabo un ensayo clínico multicéntrico para estudiar la creatina en el tratamiento del Parkinson en etapas tempranas. El estudio se terminó temprano debido a un análisis provisional que no reveló una diferencia significativa entre la creatina y un placebo en la progresión de la EP.

Los investigadores también han estudiado un compuesto llamado glutatión para determinar su efecto sobre el metabolismo de las células nerviosas y su poder como antioxidante. El glutatión ha demostrado ser seguro en estudios más pequeños; sin embargo, muchas cosas permanecen poco claras, tales como sus efectos sobre los síntomas de la EP, cuál es el método de administración más eficaz (oral, inyección vs. intranasal o aerosol nasal), efectos secundarios y riesgos de dosificación a largo plazo.

Los radicales libres son moléculas tóxicas producidas por prácticamente todas las células del cuerpo, generalmente en respuesta al estrés celular o a una lesión. Por ejemplo, la exposición a la luz solar, el tabaquismo y la infección pueden generar la formación de radicales libres en algunos tipos de células. Se cree que estas partículas son especialmente tóxicas para las células cerebrales. Los antioxidantes “absorben” los radicales libres. Las vitaminas C y E son antioxidantes que combaten los radicales libres y pueden proteger las células cerebrales.

• Se han planteado algunas preocupaciones acerca de los posibles efectos secundarios de los suplementos de vitamina E, en particular la forma de vitamina E comúnmente disponible, alfa-tocoferol. Un suplemento “mixto”, que contiene múltiples formas de vitamina E puede ser más seguro o más eficaz.

• Buenas fuentes alimenticias de vitamina E incluyen granos enteros, germen de trigo, aguacate, nueces y aceites vegetales.

• Puesto que hay evidencia de que el daño por radicales libres influye hasta cierto punto en la EP, la vitamina E fue investigada en el estudio mencionado anteriormente, DATATOP, con personas con Parkinson en etapa inicial en la década de los 1980. El estudio no mostró ningún efecto sobre la progresión de la enfermedad o la neuroprotección. En cambio, demostró que podría ser potencialmente perjudicial para las personas con la EP. Es posible que la vitamina E en la dieta sea utilizada más fácilmente por el cuerpo que los suplementos en el estudio; sin embargo, esta hipótesis requiere más investigación.

Hay algunas pruebas de que la dieta mediterránea, una dieta alta en grasas monoinsaturadas, como el aceite de oliva, puede ser beneficiosa para reducir la presión arterial y las enfermedades cardiovasculares.

• La dieta también enfatiza el pescado, especialmente aquellos con alto contenido de ácidos grasos omega-3, como el salmón y los alimentos que contienen antioxidantes.
• Las personas con la EP a menudo se preocupan por la posibilidad de que la ingesta de proteínas pueda disminuir la eficacia de la carbidopa/levodopa, el medicamento comunmente utilizado para tratar la EP. Para algunas personas con la EP, la absorción de levodopa en el cerebro puede ser retardada por una comida alta en proteínas. A medida que la enfermedad progresa, la mayoría de las personas descubren que sus síntomas están más controlados si consumen su proteína más tarde en el día.
• Dado que la EP puede afectar la digestión, muchas personas notarán síntomas como estreñimiento y saciedad temprana (la sensación de sentirse lleno después de consumir una pequeña cantidad de alimentos).

Obtener suficiente calcio puede ser difícil para las personas con la EP, ya que muchos descubren que es más probable que los alimentos lácteos inhiban la absorción de levodopa que otros alimentos proteicos. A continuación, se presentan algunas recomendaciones que le ayudarán a satisfacer sus necesidades de calcio:

• Beba jugo de naranja fortificado con calcio.

• Añada leches alternativas de arroz y soja fortificadas con calcio a los cereales, batidos y platillos cocinados.

• Cambie a cereales de desayuno y otros alimentos fortificados con calcio.

• Considere tomar un suplemento de calcio — el citrato de calcio es a menudo una mejor opción.

• Las tabletas masticables de calcio tienen mejor absorción, ya que ya están descompuestas cuando llegan al estómago.

Un factor importante en la salud cerebral y nerviosa, especialmente de la memoria, es la vitamina B12. Ésta se encuentra en fuentes de proteína animal, tales como carne, huevo, pescado y productos lácteos. A medida que las personas envejecen, pueden desarrollar dificultades para absorber la B12 del intestino, incluso si la cantidad en sus fuentes de alimentos es adecuada. Los vegetarianos también pueden desarrollar una deficiencia de B12.

• Los suplementos orales disponibles sin receta (generalmente 1,000 mcg) pueden ayudar, aunque las personas con problemas graves de absorción o deficiencias de B12 pueden requerir mayores dosis o inyecciones de B12. Estas últimas tienen que ser recetadas por su médico.

El cuerpo no puede absorber el calcio sin cantidades adecuadas de vitamina D. La recomendación actual para la vitamina D es de 600-800 UI para personas de 50 años o más y de 800 a 1000 Unidades Internacionales (UI) diarias para personas mayores de 65 años. Debido a que la vitamina D se almacena, nuestros cuerpos pueden conservar lo suficiente en el verano para durar a través del invierno. Estos suplementos están disponibles sin receta. Recuerde que la vitamina D3 es preferible sobre la vitamina D2.

Si no vive en una zona soleada o si prefiere permanecer en el interior, puede aumentar sus niveles de vitamina D a través de su dieta consumiendo los siguientes alimentos:

• Alimentos fortificados como la leche y los sustitutos de leche, los productos lácteos, la margarina y los cereales

• Pescado graso, como el salmón y los aceites de hígado de pescado

• Hígado

• Huevo

El folato (vitamina B9) es otra vitamina importante para la salud cerebral y la memoria. Es vital para el desarrollo del sistema nervioso. Asegurar cantidades adecuadas durante el embarazo puede prevenir ciertos tipos de defectos de nacimiento.

Las células necesitan energía para sobrevivir y funcionar. Contienen mitocondrias, que son “baterías” que producen energía. En la EP, parece haber una perturbación en el funcionamiento de estas baterías. La coenzima Q10 parece afectar este mecanismo de generación de energía en las células. El mecanismo preciso sigue siendo un misterio.

Un estudio de 2002 se centró en el antioxidante potencial, la Coenzima Q10, que se cree que juega un papel importante en la salud de las mitocondrias.

En 2011, un ensayo clínico grande, patrocinado por los Institutos Nacionales de la Salud (National Institutes of Health) y el Parkinson Study Group, que estudió los beneficios potenciales de la CoQ10 en la reducción de la progresión de la EP temprana, fue detenido porque un análisis a la mitad del ensayo sugirió que no había mejoría en las personas que tomaban CoQ10 comparadas con las que recibían un placebo. Los investigadores decidieron que continuar el ensayo habría mostrado una probabilidad extremadamente baja de que la CoQ10 mostrara algún beneficio en retrasar la progresión de la EP temprana.

El jengibre en casi cualquier presentación es excelente para las náuseas y los vómitos, ya sea que las náuseas se deriven de algo tan simple como el mareo por movimiento o como un efecto secundario de los medicamentos para la enfermedad de Parkinson. La raíz de jengibre fresco, disponible en la sección de frutas y verduras de la mayoría de las tiendas de comestibles y mercados, puede prepararse como líquido. También puede tomarse en otras presentaciones:

• Cubra una rodaja de una pulgada en agua, hierva y continue a fuego lento por 30 minutos.

• El jengibre está en venta en las tiendas de alimentos saludables en forma líquida. Pueden añadirse una o dos gotas al té o a otras bebidas.

• Mastique pequeños trozos de jengibre cristalizado, disponible como especia de cocina, a la primera señal de malestar.

• Un estudio japonés utilizando un modelo de la EP en ratones encontró que la zingerona, un compuesto que se encuentra en la raíz del jengibre, puede tener un efecto protector sobre las neuronas que contienen dopamina.

Los polifenoles de té verde (PTV) tienen actividades antioxidantes y antirradicales libres. Algunos estudios han sugerido que estos compuestos podrían tener un efecto neuroprotector y posiblemente incluso un efecto de tratamiento en la EP.

El Ministerio de Salud de China y la Michael J. Fox Foundation, con la asistencia de la Dra. Caroline Tanner del Parkinson’s Institute and Clinical Center en Sunnyvale, CA — que forma parte de la Red Global de Atención de la Parkinson’s Foundation — llevó a cabo un estudio para evaluar la capacidad de los PTV para ralentizar la progresión de la enfermedad y su seguridad y tolerabilidad en los inicios del Parkinson. Después de un año, no hubo una diferencia significativa entre quienes tomaron los PTV o un placebo.

Un estudio mostró un cambio en la puntuación total en la Escala Unificada de Valoración de la Enfermedad de Parkinson (Unified Parkinson’s Disease Rating Scale o UPDRS, por sus siglas en inglés) en el grupo de “inicio diferido” de seis meses (inicio de PTV) a 12 meses, lo que sugiere que puede haber un ligero beneficio. Sin embargo, se necesitan investigaciones adicionales, en particular para comprender el efecto de la dosis. El insomnio se incrementó ligeramente en el grupo de los PTV, potencialmente relacionado con el contenido de cafeína.

Precaución: Los productos de té verde contienen cafeína. Tenga esto en cuenta cuando los utilice.

Muchos medicamentos y toxinas ambientales se procesan a través del hígado. El cardo mariano se ha utilizado para tratar trastornos del hígado y la vesícula biliar durante al menos 2,000 años. Las investigaciones demuestran que la silimarina en el cardo mariano ayuda a proteger el hígado de muchas toxinas industriales, como el tetracloruro de carbono.

El compuesto parece ser seguro, aunque se necesitan más pruebas para determinar si hay efectos negativos a largo plazo. No hay estudios publicados de cardo mariano en el tratamiento de la EP.

En su libro, “The Brain Wellness Plan”, el Dr. Jay Lombard, neurólogo, aconseja a las personas con la EP que toman medicamentos contra el Parkinson (metabolizados a través del hígado) que añadan 300 mg de extracto de cardo mariano estandarizado a su régimen diario de medicación, sin embargo no hay ensayos clínicos grandes en personas con la EP que demuestren su beneficio.

La evidencia muestra que los compuestos de semillas de cardo mariano, disponibles en cápsulas, también pueden:

• Ayudar a proteger el hígado contra el daño causado por el alcohol y la hepatitis e incluso pueden regenerar las células hepáticas dañadas.

• Ayudar a mejorar la función hepática ayudando a eliminar toxinas del cuerpo.

Este suplemento herbolario es un antidepresivo popular que funciona de una manera terapéutica similar a algunos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) recetados. Es el medicamento antidepresivo más frecuentemente prescrito en Alemania.

• Puede ser eficaz en la depresión leve a moderada, pero dos estudios no reportaron ningún beneficio en la depresión severa.

• La dosis más común es de 300 mg, tres veces al día.

• Aunque el Hypericum perforatum es una sustancia que se sabe está presente en las flores y hojas de esta planta, también contiene otros compuestos no identificados que parecen ser activos.

• Una toxina llamada MPTP causa daños en el cerebro similares a los vistos en las personas con parkinsonismo. El H. perforatum parece inhibir en cierta medida estos daños en los ratones expuestos a la toxina MPTP.

Precaución:

• La Hierba de San Juan puede interferir con ciertos medicamentos para la enfermedad de Parkinson, particularmente los inhibidores de la MAO-B.

• La Hierba de San Juan no debe usarse simultáneamente con otros medicamentos antidepresivos. Las personas que toman Fluoxetina (Prozac), Sertralina (Zoloft), Paroxetina (Paxil) u otros antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (o ISRS por sus siglas en inglés) corren el riesgo de sufrir efectos graves de sobredosis al usar H. perforatum.

• La Hierba de San Juan no debe reemplazar la medicina tradicional de receta para el tratamiento de un trastorno depresivo grave o severo.

• No tome la Hierba de San Juan si toma anticoagulantes como aspirina, heparina o warfarina (Coumadin).

• Las personas con la EP que también toman medicamentos para el asma, esteroides, píldoras anticonceptivas, medicamentos para la tos, digoxina, inmunosupresores, medicamentos contra el VIH o triptanos (utilizados para tratar las migrañas) deben consultar a su médico o proveedor de atención médica antes de tomar la Hierba de San Juan.

• No beba alcohol mientras esté tomando Hierba de San Juan.