Mi Historia con EP – Jeannette Garzon
Ricardo y yo nos conocimos en la universidad. En este momento llevamos 45 años juntos, tenemos 2 hijos y 6 nietos. Se imaginarán, pues, que hemos tenido el tiempo suficiente para conocer un poco más cómo funciona el otro. Ricardo super trabajador, con una habilidad excepcional manual, física y mental para resolver problemas técnicos. De pronto, su capacidad empezó a disminuir. Se demoraba más tiempo solucionando y quienes estamos a su lado dijimos, “Bueno, ya está cansado”. Él decía que le dolían las piernas y la espalda. Le hacían estudios y, aunque salía alguna alteración, nunca mostraban que fuera para preocuparnos. Empecé a notar que arrastraba los pies para caminar. También, que cada vez se entendía menos su letra. Hablamos con su cuñado que es neurólogo y ordenó algunos estudios. Le realizó otro examen físico y dijo: “No hay duda; es Parkinson”.
Aún recuerdo ese 21 de noviembre de 2021, yo sola, sentada en la sala de un aeropuerto, pensando ¿qué sigue?... En ese momento entró la llamada de una amiga muy querida. Hoy pienso que fue como un mensaje del cielo, porque recuerdo que le conté y ella me escuchó. Sus primeras palabras fueron: "Parkinson. Tiene algo muy lindo," y pensé: ¡Yo nunca he escuchado que el Parkinson sea bonito!, mientras ella decía la segunda frase: "El Parkinson afecta la parte motora, pero su mente puede seguir trabajando bien."
En ese momento comprendí que la vida había sido generosa con nosotros y decidí que: no iba pelear con Dios; tampoco sería una víctima de las circunstancias; no sufriría con la enfermedad, sino que aprendería a vivir con la condición.
Ese día le di la bienvenida a Mr. Parkinson y haría lo necesario a mi alcance para que se sintiera a gusto, ya que había llegado para quedarse con nosotros.
Durante este proceso, yo personalmente me siento muy bendecida porque además de poder apoyar a Ricardo, mi paciencia se ha fortalecido, he aprendido mucho de la compasión y ¡qué decir de la gratitud!