Cuidar a la distancia

mujer usando computadora portátil y teléfono

Cuidar a la distancia

La enfermedad de Parkinson (EP) puede afectar a toda una red social y familiar, tanto si todos viven en la misma casa que su ser querido con la EP como si viven en otro continente. Puede ser útil incluir en la red de cuidados al mayor número posible de amigos y familiares.

¡Muchos amigos y familiares estarán encantados de ayudar en lo que puedan! Le sorprenderá saber cuántas personas están dispuestas a ayudarle y a formar parte de su equipo de atención.

Aliados en el cuidado principales y secundarios

Los aliados en el cuidado principales son las personas que brindan la mayor parte de los cuidados a la persona con Parkinson. En las fases media y avanzada de la EP, el aliado principal suele ser alguien que vive con la persona con la EP. A menudo se trata de un cónyuge o pareja, un hijo o nieto u otro miembro de la familia.

Los aliados en el cuidado secundarios son los que apoyan a la persona con la EP y al aliado principal. Esta persona puede ser un pariente, un amigo o un cuidador remunerado. Si usted es uno de los aliados secundarios, su papel nunca será tan demandante como el del cuidador principal. Sin embargo, presenta sus propios desafíos y recompensas.

Incorporar aliados en el cuidado secundarios al equipo de atención

La principal diferencia entre los aliados principales y los secundarios es la cantidad de tiempo y esfuerzo que dedican a la atención de la persona con Parkinson. Es probable que el aliado principal corra el riesgo de experimentar o ya esté experimentando desgaste o agotamiento del cuidador si no cuenta con apoyo adicional.

Los aliados en el cuidado secundarios pueden brindar atención de relevo al aliado principal, permitiéndole realizar actividades de autocuidado regulares, que pueden ser muy variadas, como:

  • Participar semanalmente en un club de lectura, una clase de ejercicio o una actividad social

  • Pasar tiempo con los amigos y la familia

  • Tiempo para completar tareas

Los aliados en el cuidado secundarios también pueden apoyar en el hogar preparando comidas, ayudando con cuestiones tecnológicas, limpiando o ayudando directamente a la persona con la EP. En última instancia, cuando los aliados principales y secundarios hacen equipo, pueden crear un entorno afectuoso y seguro no sólo para la persona con Parkinson, sino también para ellos mismos.

Cuidados a distancia

Las personas que viven lejos pueden preguntarse cómo ayudar a su ser querido con la enfermedad de Parkinson de forma significativa. Vivir en otra ciudad no significa que no se involucren o que no les importe. Hay limitaciones a lo que puede hacer en todas las situaciones, especialmente desde lejos, pero aun así puede ayudar de muchas maneras.

Cuidados primarios a distancia

A pesar de la distancia, debe conocer bien las necesidades y el estado de la persona con Parkinson. Infórmese acerca de su estado de salud general y todos los medicamentos que toma. Guarde una lista de los médicos, especialistas, farmacéuticos, cuidadores y vecinos de su ser querido, junto con la información de contacto. Guarde también documentos financieros y legales fácilmente accesibles por si fueran necesarios.

Comuníquese regularmente con la persona con Parkinson y sus cuidadores locales, ya sea un asistente a domicilio o el personal de un centro de atención. Si las necesidades de su ser querido cambian, debe saber lo que eso significará para él o ella: cuidados a domicilio más especializados, visitas con un especialista médico diferente, recetas de medicamentos adicionales, nuevos regímenes alimenticios. Esto también puede significar más cambios para usted: más visitas a su ser querido, mayores costos de atención, etc. Puede ayudar a evaluar las necesidades cambiantes en cada visita.

Obtener ayuda local

Si siente que no puede estar pendiente de todo desde lejos, un gestor de cuidados geriátricos podría ayudar. Este segmento profesional, en rápido crecimiento, presta diversos servicios, como la organización de servicios financieros, jurídicos y médicos, proveedores de cuidados a domicilio y transporte, y se comunican de manera constante con los familiares.

Los honorarios varían en función de los servicios que se necesiten, y es importante saber que los gestores de atención geriátrica no están actualmente obligados a estar certificados por los estados o el gobierno federal. Por lo tanto, se recomienda que entreviste personalmente al posible gestor de cuidados, idealmente durante una de sus visitas, antes de contratar a alguien.

Sea amable consigo mismo

Cuidar a distancia puede ser emocionalmente agotador, así que asegúrese de contar con un sistema de apoyo.

grupo jugando a las cartas

Ser aliados en el cuidado secundarios a distancia

La mayoría de las personas han formado familias y carreras profesionales que les impiden trasladarse a la ciudad natal o a la ubicación actual de un ser querido que necesita cuidados diarios. ¿Cómo pueden ayudar los familiares a distancia, sin tener que mudarse? Permita que la persona con Parkinson y el aliado en el cuidado principal sepan que usted sigue estando para apoyarlos.

Involucrar a los miembros jóvenes de la familia

A menudo, hay jóvenes de la familia que quieren ayudar, pero no pueden proporcionar cuidados directos a la persona con la EP. A menudo se trata de hijos menores, nietos, sobrinos y otros.

Estas son algunas formas en que los familiares más jóvenes pueden ayudar:

  • Hacerle compañía a la persona con la EP: ver juntos una película o un programa, comer juntos o jugar a algo

  • Pídales que ayuden a hacer mandados o tareas domésticas adecuadas a su edad

  • Responda a sus preguntas acerca del Parkinson. Esto puede ayudarles a comprender gradualmente la enfermedad a su propio ritmo y ayudar más con el paso de los años.

Reconectarse

Es normal llegar a cierto punto en su recorrido por la enfermedad de Parkinson y darse cuenta de que no ha seguido en contacto con algunos amigos y familiares.

Los amigos y familiares que tienen un contacto poco frecuente con la persona con Parkinson suelen subestimar la gravedad de los síntomas, así como el nivel de carga como aliado en el cuidado. Reencontrarse con ellos puede ser un desafío, pero increíblemente gratificante.

 

Página revisada por el Dr. Kevin Duque, investigador clínico en Neurología, División de Trastornos del Movimiento, en la University of Cincinnati.

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