Parkinson de inicio temprano
La enfermedad de Parkinson de inicio temprano (EPIT, o YOPD por sus siglas en ingles) se presenta en personas menores de 50 años de edad. La mayoría de las personas con la EP idiopática o típica desarrollan síntomas a los 50 años de edad o más.
La EPIT afecta aproximadamente a cuatro por ciento del millón de personas con la EP en los Estados Unidos. Los síntomas son similares a los de la EP de inicio tardío, pero es importante entender los desafíos que los individuos con la EPIT a menudo enfrentan a nivel económico, familiar y laboral.
En raras ocasiones, los síntomas parecidos al Parkinson pueden aparecer en niños y adolescentes. Esta forma del trastorno se llama parkinsonismo juvenil y a menudo se asocia con mutaciones genéticas específicas de alto riesgo de la enfermedad de Parkinson.
¿En qué se diferencia la EP de inicio temprano?
Las personas diagnosticadas con EPIT tienen antecedentes familiares más frecuentes de la enfermedad de Parkinson y una supervivencia más prolongada. Las personas que viven con la EP de inicio temprano pueden experimentar:
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Progresión más lenta de los síntomas de la enfermedad de Parkinson con el tiempo, permaneciendo funcionales y cognitivamente intactos durante más tiempo
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Menos frecuencia de problemas cognitivos como la demencia
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Más efectos secundarios de los medicamentos dopaminérgicos, como discinesias más frecuentes (movimientos involuntarios del cuerpo)
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Distonías más tempranas y frecuentes (calambres y posturas anormales) como el arqueamiento del pie
¿Por qué es importante distinguir el Parkinson de inicio temprano?
Socialmente, las personas afectadas por la enfermedad de Parkinson a una edad más temprana experimentan la enfermedad de manera diferente: pueden estar en una etapa diferente de su carrera y a menudo tienen menos tiempo para dedicarse a su propio cuidado. También pueden tener hijos o están planeando tener hijos y tienen preguntas con respecto a la transmisión de genes de la enfermedad de Parkinson.
Médicamente, los doctores adaptan el tratamiento cuando se trata de una persona más joven con la EP. Cuanto más joven sea, más probable será que la enfermedad sea genética. Su equipo de atención puede ofrecer pruebas o asesoramiento genéticos. Los cerebros más jóvenes también tienen un mayor potencial de neuroplasticidad (capacidad del cerebro para crecer y cambiar la respuesta a la terapia), lo que permite al cerebro manejar y responder a la enfermedad y la terapia de manera diferente.
Navegando la EPIT después del diagnóstico
Si bien un diagnóstico puede ser perturbador e inesperado, no tiene por qué impedir que alcance sus metas. Cuando esté listo, piense en sus responsabilidades familiares y profesionales actuales y establezca un nuevo plan a largo plazo. Tome un paso a la vez a medida que avanza hacia el logro de sus prioridades.
Terapia y tratamiento
Cuando de tratamiento médico se trata, las personas con la EPIT tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar lo siguiente:
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Discinesias (movimientos involuntarios) y distonías (calambres y posturas anormales), a veces como un efecto secundario de la carbidopa/levodopa (el medicamento recetado con mayor frecuencia para tratar el Parkinson)
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Fluctuaciones motoras al tomar levodopa
El tratamiento de cada persona es único y puede requerir ajustes finos de múltiples medicamentos. La estimulación cerebral profunda sigue siendo una opción quirúrgica para las personas con la EP de inicio temprano.
Página revisada por el Dr. Kevin Duque, investigador clínico en Neurología, División de Trastornos del Movimiento, en la University of Cincinnati.