Un acto de equilibrio - bloqueos y prevención de caídas en el Parkinson
Más de la mitad de las personas con la enfermedad de Parkinson (EP) tendrán una caída durante el próximo año. Mientras que algunas caídas pueden dar lugar a pequeños rasguños o moretones, otras pueden cambiar su vida, afectando la movilidad y más. Siga leyendo para saber cómo los problemas para moverse y caminar y otros síntomas de la EP pueden contribuir a las caídas y cómo reducir el riesgo.
Este artículo se basa en Un acto de equilibrio - bloqueos y prevención de caídas en el Parkinson, un webinar de Charlas con Expertos - Expert Briefings de la Parkinson's Foundation, presentado por Colum MacKinnon, PhD, catedrático del Departamento de Neurología del Instituto de Neurociencia Traslacional de la University of Minnesota. Vea el webinar ahora.
Rompa el ciclo
A medida que envejecemos, nuestra fuerza puede disminuir. Los síntomas motores del Parkinson pueden afectar la fuerza, creando un ciclo frustrante: las dificultades de la marcha y la inestabilidad postural pueden provocar caídas, lo que puede generar miedo a las caídas, causando menos movimiento. La falta de actividad física se asocia a la depresión, la apatía, el estreñimiento, los problemas de sueño, la fatiga y el deterioro cognitivo. Otras complicaciones pueden ser las enfermedades cardiovasculares y la osteoporosis. Esta combinación de desafíos puede aumentar aún más las dificultades de movimiento. Romper este ciclo es esencial.
Los extensores y flexores de los músculos de las personas con la EP tienden a ser mucho más débiles que los de la población general.
- Los extensores son los músculos de zonas como los tobillos, las rodillas, los glúteos y las caderas, que nos sostienen contra la gravedad.
- Los flexores, como los músculos plantares del pie, nos ayudan a flexionar las extremidades.
En la EP, la debilidad de los extensores suele ser mayor que la de los flexores. Trabajar regularmente para fortalecer todos estos músculos puede hacer que se siga moviendo con seguridad.
Las personas con la EP que hacen ejercicio con regularidad pueden moverse con más normalidad que las que no lo hacen. Los estudios demuestran que el ejercicio de intensidad moderada a alta puede ser neuroprotector. Añadir movimientos de amplitud de movimiento junto con actividades que aumenten el desafío postural y la carga cognitiva, según sea necesario, puede hacer que vuelva a tener un movimiento mejor y más estable.
Entrenamiento de fuerza y movimiento
Intente realizar un entrenamiento de fuerza de resistencia progresiva que aumente el peso de forma segura con el tiempo, de dos a tres veces por semana en sesiones de 20 a 60 minutos o más. Continúe aumentando el peso según sea necesario y trabaje todos los grupos musculares principales de arriba hacia abajo.
Trabaje todos los grupos musculares principales, pero enfóquese específicamente en:
- Extensores (tobillo, rodilla, cadera y espalda)
- Flexores y extensores de la cadera
- Abductores y aductores de la cadera
El ejercicio de resistencia progresiva puede ser más beneficioso cuando se combina con:
- Entrenamiento de inestabilidad: uso de superficies inestables para fortalecer grupos musculares, como una tabla de equilibrio o una pelota de estabilidad.
- Ejercicios de flexibilidad y tareas centradas en una amplia gama de movimientos, como estiramientos y yoga.
Supere la inestabilidad integrada
Cuando pensamos en la prevención de caídas, con demasiada frecuencia nos centramos en las piernas y los pies, pero controlar la parte superior del cuerpo es el mayor reto para las personas con Parkinson.
Un desafío natural para todos los seres humanos es el problema de los dos tercios/dos tercios, que significa que dos tercios de su masa corporal se encuentran a dos tercios de la altura de su cuerpo sobre el suelo. Esto es intrínsecamente inestable. Superarlo es algo que damos por hecho cada vez que damos un paso. Si usted es una persona de 150 libras, 100 libras de su cuerpo están ubicadas a dos tercios de la altura de una base de apoyo pequeña, invertida e inestable.
Al estar de pie, su centro de gravedad está dentro de su base de apoyo, pero en cuanto empieza a desplazarse, su centro de gravedad está fuera de su base de apoyo. El verdadero reto para mantener el equilibrio y caminar es controlar esta gran masa en lo alto. El Parkinson se suma a este desafío.
Conceptos básicos del equilibrio y consejos para prevenir caídas
El cuerpo de una persona debe proporcionar apoyo vertical contra la gravedad para mantener el equilibrio al caminar. Esto depende fundamentalmente de su control del tronco. Mantenga su cabeza estable. También debe asegurarse de tener un camino despejado para sus pies y una buena distancia para los dedos para dar un paso seguro.
Su centro de gravedad normalmente se sitúa justo detrás del ombligo y le ayuda a mantener el equilibrio. Si está de pie, su centro de gravedad se proyecta hacia abajo —directamente entre los pies— ligeramente por delante de los tobillos. Si se inclina hacia adelante, su centro de gravedad se desplaza hacia adelante. Si experimenta bloqueos (quedarse inmóvil) o inestabilidad posterior, esto mueve su centro de gravedad fuera de su base normal de apoyo.
Para evitar las caídas, utilice uno de estos sencillos consejos para mantenerse estable:
- Aumente la amplitud de su postura para mover el centro de gravedad.
- Gire los pies hacia afuera para aumentar el apoyo de lado a lado y reducir la dependencia de la base de apoyo de adelante hacia atrás.
- Escalone los pies para aumentar la amplitud y la longitud entre ellos.
Asegúrese de estar estable o tener un apoyo cercano cuando practique cualquiera de estos consejos por si se golpea con algo o pierde el equilibrio.
Si está de pie y quiere avanzar, puede que tenga que dar un paso y restablecer una nueva base de apoyo. O si se golpea, por ejemplo y su centro de gravedad se sale de su base de apoyo, dar un gran paso hacia adelante puede ayudarle a recuperar el equilibrio.
Cuando su centro de gravedad se mueve hacia adelante y su paso no es lo suficientemente grande —lo que puede ocurrir a menudo cuando la gente experimenta bloqueos— su centro de gravedad sigue estando fuera de su base de apoyo y sigue en un estado de caída, aunque haya dado un paso. Esto requiere que dé un segundo paso (o más) para restablecer una nueva base de apoyo. Eso debe hacerse muy rápidamente.
Reconozca los riesgos de caídas
Las caídas en la enfermedad de Parkinson pueden causar una discapacidad significativa y la pérdida de independencia. Aunque el envejecimiento nos expone a todos a un mayor riesgo de caídas, el riesgo de fractura de cadera es cuatro veces mayor en las personas con la EP. Alrededor de un 60% de las personas con la EP se caen cada año; dos tercios de estas personas se caen varias veces a lo largo del año. La gravedad y la frecuencia de las caídas pueden aumentar a medida que avanza la enfermedad de Parkinson.
Las consecuencias pueden incluir miedo a futuras caídas, lesiones, reducción de la calidad de vida y altos niveles de estrés para los cuidadores y los seres queridos.
Alrededor de un 80% de las caídas en la EP se deben a la inestabilidad postural (dificultad para mantener el equilibrio mientras se está de pie o caminando) y a episodios de "bloqueos” de la marcha, que es la incapacidad temporal e involuntaria para moverse.
Inicialmente, el bloqueo responde bien a la terapia de sustitución dopaminérgica con levodopa, pero con el tiempo puede volverse resistente a la medicación. La estimulación cerebral profunda (ECP o DBS, por sus siglas en inglés), que consiste en implantar quirúrgicamente pequeños electrodos en regiones cerebrales específicas, también puede reducir o eliminar el bloqueo, pero en muchos casos éste acaba reapareciendo. Establecer hábitos de ejercicio desde un inicio es fundamental.
Las personas con la EP se caen con más frecuencia al:
- Girar
- Inclinarse hacia delante
- Ponerse de pie
- Iniciar la marcha o intentar evitar un obstáculo
Los movimientos autoinducidos del centro de gravedad son la causa dominante de las caídas relacionadas con la EP. El primer paso de las personas con Parkinson suele ser demasiado corto y aún más corto para quienes experimentan bloqueos. Esta combinación reduce la base de apoyo del tronco de su cuerpo. Cuando el tronco se adelanta a los pies y el paso es demasiado pequeño para equilibrarlo todo, la probabilidad de caída es mayor.
La fisioterapia y la terapia ocupacional pueden mejorar el equilibrio, la postura y el sentido de la posición para minimizar los bloqueos y las caídas. LSVT BIG es un tratamiento específico para la EP que se centra en realizar movimientos amplios con vigor e intensidad y en practicar la conciencia de las piernas, el tronco y los pies.
Proceda con cuidado
Aproximadamente la mitad de las personas con Parkinson experimentarán un episodio de bloqueo. A medida que avanza la EP, aumenta la probabilidad de bloqueos. Saber detectar las características y causas de los episodios de bloqueo puede ayudarle a tomar medidas para prevenir las caídas:
- Al inicio de un episodio, el pie o los dedos no se levantan del suelo o apenas se separan de la superficie de apoyo.
- Las características de los bloqueos pueden incluir pasos arrastrados más rápidos y cortos (lo que se conoce como festinación).
- Dependiendo de la gravedad, el bloqueo puede ir acompañado de temblores en las rodillas o de una falta total de movimiento que puede durar entre uno y 30 segundos.
- Algunas personas se quedarán inmóviles en una dirección y no en la otra. El bloqueo también puede ser asimétrico; es decir, diferente en un lado del cuerpo que en el otro.
- Los episodios de bloqueos y las caídas suelen producirse durante las transiciones, al pasar de un estado de movimiento a otro. Incluso entrar en una habitación oscura puede hacer que el bloqueo sea más pronunciado. Tenga cuidado al intentar girar, al pasar por espacios estrechos o congestionados, como al acercarse al umbral de una puerta o al acercarse a su destino, como una silla.
- La ansiedad, el estrés y la doble tarea (como hablar por teléfono o con un amigo mientras intenta caminar al mismo tiempo) también pueden aumentar la severidad y la frecuencia del bloqueo.
- El bloqueo en "off", que puede producirse cuando a la persona le toca su siguiente dosis de medicamentos dopaminérgicos, suele disminuir después de tomar el medicamento.
Tras un bloqueo, suele producirse un periodo de temblores alternantes de las piernas con una frecuencia de entre 3 y 8 veces por segundo. Cualquier otro intento de dar un paso durante este periodo es poco probable que tenga éxito y la probabilidad de una caída es mayor. En este punto, antes de avanzar, es importante:
- Detenerse.
- Volver a una postura estable, equilibrada y de pie.
Utilizar una señal visual, como "pisa por encima de mi pie", puede ayudar a algunas personas a dar el siguiente paso. Contar o aplaudir un compás rítmico también puede ser útil.
Reducir la velocidad, el ritmo de movimiento, ser consciente de dónde están sus extremidades y realizar movimientos amplios con intensidad son pasos muy importantes para mejorar su equilibrio, crear estabilidad y evitar caídas.
Aprenda más
Considere la posibilidad de realizar un ensayo clínico desde la comodidad de su hogar. Las personas con Parkinson tienen un mayor riesgo de fracturas por caídas. El estudio TOPAZ, dirigido por médicos expertos en salud ósea, está probando si un medicamento llamado zoledronato puede prevenir fracturas en personas con la EP. Si vive con la EP o parkinsonismo y tiene 60 años o más, es posible que pueda participar. Aprenda más aquí.
La Parkinson’s Foundation cree en el empoderamiento de la comunidad de Parkinson a través de la educación. Obtenga más información sobre la optimización del movimiento en la EP con los siguientes recursos o llamando a nuestra Línea de Ayuda gratuita al 1-800-4PD-INFO (1-800-473-4636), opción 3 para español.
- Lea Caminar con Parkinson: bloqueos, equilibrio y caídas para obtener más consejos sobre cómo moverse bien.
- Póngase en movimiento con nuestros Viernes de Ejercicio de EP Salud en Casa - PD Health @ Home.