un hombre haciéndose un examen de la vista

A medida que envejecemos, es normal experimentar problemas oculares relacionados con la edad. Estos cambios a menudo no están relacionados con la enfermedad de Parkinson (EP). Si tiene problemas de vista, es importante visitar a un oftalmólogo para un examen completo. Sin embargo, a continuación, listamos algunos problemas relacionados con el Parkinson.

Cambios en la vista relacionados con el Parkinson

  • La visión doble puede ocurrir a menudo porque los músculos del ojo tienen problemas para trabajar juntos, especialmente para ver de cerca (insuficiencia de convergencia). Algunas gafas especiales de prisma pueden corregir esto.

  • El ojo seco debido a la disminución del parpadeo se asocia con la EP y puede causar visión borrosa.

  • La visión borrosa también puede ser causada por medicamentos para la EP, especialmente los anticolinérgicos (como trihexifenidilo/Artana® o benzotropina/Cogentina®).
  • Los problemas de lectura pueden ocurrir porque los movimientos de los ojos, necesarios para seguir los renglones de una página, son más lentos y causan problemas para comenzar a leer (similar a la congelación de la marcha). Intente parpadear para cambiar la posición de los ojos. Asimismo, la levodopa a menudo puede ayudar.
  • Dificultad para abrir los ojos voluntariamente, conocida como apraxia. Los tratamientos incluyen “muletas para párpados” o inyecciones de toxina botulínica.

Algunas personas con Parkinson reportan que su vista pierde agudeza a medida que progresa la enfermedad. Las dificultades relacionadas con los ojos y la vista a menudo progresan a la par de otros síntomas de la enfermedad de Parkinson.

Consejos para manejar los cambios en la vista

Participar en un estilo de vida activo —moverse y mirar alrededor, hacer ejercicio e interactuar con las personas— es importante para la salud de los ojos. Puede aumentar el parpadeo y minimizar la sequedad. No pase demasiado tiempo frente a la televisión o las pantallas, ya que puede empeorar los ojos secos.

Otros consejos para manejar los cambios en la vista incluyen:

  • Consultar a su oftalmólogo regularmente para un examen de los ojos.

  • Conseguir dos pares de gafas, uno para distancia, otro para lectura. Estos pueden ser mejor que los lentes bifocales. Si tiene doble visión, pregunte a su oftalmólogo si las gafas especiales de prisma pueden ayudar.

  • Aplique compresas calientes y húmedas para la irritación de los párpados.

  • Use lágrimas artificiales para humedecer los ojos secos.

  • Considere la posibilidad de agregar un neuroftalmólogo a su equipo de atención médica. Se trata de un especialista, ya sea oftalmólogo o neurólogo, que tiene formación adicional en el diagnóstico y tratamiento de los problemas oculares y de la vista asociados con la EP y otras enfermedades neurológicas.

Condiciones poco comunes de la vista

No es común que las personas con la EP experimenten espasmos involuntarios que cierran los ojos, pero esto ocurre en algunos casos. Este fenómeno se conoce como blefaroespasmo. «Blefaro» se refiere al párpado y «espasmo» se define como una contracción muscular incontrolable.

La razón del cierre involuntario del párpado en una persona con la EP puede ser difícil de diagnosticar porque hay muchas otras condiciones que pueden causar el cierre involuntario del ojo. Estas condiciones pueden ocurrir sin relación con la EP. Entre ellas se encuentran:

  • Afección inflamatoria ocular debida a una infección o alergia
  • Ojos secos
  • Daño de la superficie del ojo
  • Ptosis (cuando el párpado de una persona está parcialmente caído). Puede ser causada por debilidad muscular, daño nervioso o flacidez de la piel del párpado, como en el envejecimiento normal.
  • Otras condiciones

Si el cierre del párpado debido al blefaroespasmo sigue siendo un problema después de que los medicamentos se han optimizado (la optimización de sus medicamentos se refiere a un proceso en el que usted y su médico trabajan para encontrar el régimen de medicamentos del que obtiene el mayor beneficio), entonces la inyección de toxina botulínica (a menudo conocida como Botox®) cada tres meses en los músculos alrededor de los párpados suele resultar efectiva. 

Página revisada por el Dr. Kevin Duque, investigador clínico en Neurología, División de Trastornos del Movimiento, en la University of Cincinnati.

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